Desde el año de 1922 muchos jóvenes de los distritos de la provincia de Yauyos, emigraron a la provincia de Chincha a trabajar y otros a estudiar. Eran de Víñac, Huangáscar, Pampas, Tupe, Hongos, Chocos y Cacra. Estudiaban en el Colegio Nacional “Pardo” que se alzaba como uno de los mejores del Sur Chico y el mayor orgullo, ser “Pardino”. Allí estudiaron nuestros padres viajando en acémilas por las frías cordilleras por tres días soportando el hambre, el frío y el calor abrazador del día, recorrer la inmensa “Pampa de Ñoco” y llegar a la acequia Ñoco de agua cristalina, donde hombres y animales calmaban su sed.
Entre los años de 1948 a 1955, pobladores del distrito de Huangáscar y del anexo de Azángaro, migraron a la ciudad de Chincha Alta. Estos se reunían los domingos en la Plaza de Armas para recordar la tierra que habían dejado y entre una que otra conversación fundaron el “Club Deportivo Huangáscar”. Los iniciadores volvieron otros emigraron a la capital quedando solo estudiantes; éstos cambiaron la razón social por el nombre de “Club Deportivo Estudiantes de Huangáscar”, pero también ellos fueron a Lima a seguir sus estudios abandonando la ciudad y desapareciendo su institución.
El 12 de febrero de 1955, el pueblo de Azángaro se elevó a la categoría del distrito por Ley 12191 apartándose definitivamente del distrito de Huangáscar. Los que se quedaron, en su mayor parte eran trabajadores y estudiantes del nuevo distrito de Azángaro, decidieron fundar el “Centro Cultural Azángaro”, una institución que albergó a muchos estudiantes y residentes de los distintos distritos de la provincia de Yauyos que habitaban en esta ciudad .
El Centro Cultural Azángaro”, fue fundado la noche del domingo 17 de agosto de 1957, en el domicilio de don Lorenzo Álvarez Palomino, sito en la calle Italia 217, coincidiendo con el feliz aniversario de su natalicio. Se reunieron las siguientes personas: Lorenzo Álvarez Palomino, José Huamán Quispe, Elías Palomino Gutiérrez, Cleto Aguado G., Luciano Gonzales Aguado, Natildina Parra Lázaro, Esther Madueño Ramos, Silvia Palomino Gutiérrez y Eldelisa Salcedo Chávez y Tolentino Lázaro Aguado, etc.
A partir de ese año se robusteció la institución con la arribo de nuevos jóvenes estudiantes: Roberto Lázaro Aguado, Bruno Gonzáles Aguado, Urbano Vega Aguado, José Lázaro Aguado, Gumercida Huamán Quispe, Juan Rodríguez Quispe de Chocos, Etelvina Madueño Ramos de Víñac, Enedina Santiváñez Bruno de Pampas, Vicenta Armas Rodríguez, Eliseo Armas López, Jesús Huamán Quispe, Elvira Matos Palomino, Bladimiro Parra Lázaro, Andrés Quispe Rodríguez, Trinidad Armas Rodríguez, Oreste Bruno Santiváñez de Pampas, Victoria Quispe Rodríguez, Galindo Santiváñez Bruno de Pampas, Juan Apolinario Bruno de Pampas, Julián Canchari de Aiza Tupe, etc.
Por esa época los pueblos y distritos de la zona norte de la provincia de Castrovirreyna organizaban campeonatos. El “Centro Cultural Azángaro” participaba en impetuosos partidos de fútbol y voli bol en la Pampa de Ñoco, cerca del Estadio Municipal de Chincha que recién iniciaba su construcción. Los equipos eran: Villa de Arma, Huachos, Chupamarca, Tantará, Aurahuá, Huamatambo, Liscay, Capillas Norte, San Pedro de Huacarpana, San Juan. La institución azangarina, en muchas ocasiones se alzó con el título de campeón o estaban entre los primeros defendiendo honor de la provincia de Yauyos.
Con los años, por decisión unánime de los socios lo reemplazaron por la “Asociación Centro Cultural Azángaro”, inscribiéndola en los Registros Públicos obteniendo su Personería Jurídica. Adquirieron un local propio en la calle Sebastián Barranca y 13 de Octubre, del distrito de Pueblo Nuevo de Chincha Alta. Nuestras felicitaciones a los nuevos dirigentes que siguen haciendo navegar este barco que es el símbolo del Jatun Yauyos, en un pueblo cargado de dificultades, marginaciones y de extremo racismo.
Hace más de 40 años defendí los colores de esta institución con una pléyade de brillantes futbolistas. Hoy queda recordar con cierta nostalgia, momentos gratos de victorias, así como beber la amargura de las derrotas. Sin embargo no debemos olvidar al Primer Presidente don Lorenzo Álvarez Palomino, un caballero dentro y fuera del campo; a José Huamán Quispe, supo unificar a la familia azangarina y yauyinos residentes. Los que hemos tenido la suerte de conocerlos le rendimos un tributo y un minuto de silencio. Fueron paradigmas para la juventud yauyina en que debe mirar como ejemplo.
Los presidentes que desfilaron por esta institución fueron: Lorenzo Álvarez Palomino (1957-58-59-60), José Huamán Quispe (1960-1961-1962), Elías Palomino Gutiérrez (1962-1963-1964), Luciano Gonzáles Aguado (1965).
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