La Política como negocio. ¿El PAP involucrado?
(*)Denner Guillermo Romaldo Noblejas
La actividad política en el Perú atraviesa por una de las crisis mas agudas de su historia, y es a la vez, uno de los contextos medianamente entendidos y comprendidos por el común ciudadano, donde hoy, muchos líderes y dirigentes acompañados de una institucionalidad cómplice han soslayado, ocultado y maquillado, haciendo verdaderamente de la política, una praxis camaleonesca y mercantilista ante el ojo local e internacional.
La dichosa ley de partidos solo ha sido útil para conservar el patrimonio político de las familias y elites a efectos de mantener el poder dentro del sistema de partidos. Un oligopolio político perfectamente estructurado. Apelaron a una mal llamada reconstrucción partidaria, un "Alto" a los movimientos para impedir el "Transfuguismo", " La Atomización " y la "Precariedad institucional". Muchos lo entendimos como una inmediata solución a la crisis de partidos pero aun no se ven resultados; es más, de forma retrograda estamos volviendo a las vacas sagradas, a la vulgaridad, al desmedro, a la infamia, al espectáculo, al fraude, a la corrupción ¿Dónde esta la lección? ¿Acaso, de forma masoquista e inquisidora quieren otro autogolpe o revolución política anti-demócrata?
Pareciese que, los políticos no aprenden de sus errores, circunscribiéndose una y otra vez en la continuidad tanto de procesos como de desiciones provocando el hartazgo y la apatía ciudadana, donde el mundo político se convierte regularmente en un circo primitivo y vulgar que incomoda como peruano, ¿Dónde esta el desarrollo que tanto pregonan?. La principal demanda ciudadana es que exista "Cambios", "Transformación", "Renovación", más de lo mismo equivale a lo cotidiano, desencadenando la ruptura entre la institución política y la ciudadanía.
Pero uno se pregunta: ¿Por qué la insistencia de tanto patriarca en participar? ¿Por qué la saciedad de comerse la torta en cuanto cumpleaños se invite? Partiendo de un enfoque idealista, algunos dirían, que es parte de la "Supervivencia Política" o "Profesionalidad política", aseveraciones muy superficiales, detrás de todo, definitivamente, hay "Dinero", "Riqueza".
La Política entendida como negocio, apartada neoliberalmente de preceptos morales, es una actividad legítima y cuasi-legal, que tiene como "Medio" vital dentro de sus procesos a la "Inmunidad". Objetivos como aumentar la billetera y el confort, ha llevado a los políticos de antaño a la "Ambición" y a los políticos de ahora (De forma decepcionante) a la "Pretensión". No se participa en política si no existe interés económico netamente personal. Lo colectivo, principios, ideologías y dogmas son sólo herramientas de maquillaje institucional.
Es indudable, que un político peruano desde el momento que ingresa a la cosa publica incrementa exponencialmente sus arcas financieras, sus beneficios y pensiones. No solamente, vemos políticos de carrera o de partido en estas competencias, sino también, se ha incrementado la participación de artistas, deportistas y uno que otro empresario, todos ligados al dinero. Definitivamente, el sensacionalismo en política es otra herramienta de hacer dinero.
La frase de juramento: "Por Dios y por la plata", casi es un sentir en el conciente y en el subconsciente del político. Las campañas electorales casi están plagadas de burdos clientelajes direccionados hacia los más pobres donde los dirigentes de asentamientos humanos a cambio de dinero mercenarizan el voto, convocando a sus vecinos, afiliándolos, movilizándolos en mítines y a cuanta convocatoria masiva se organice a favor de algún candidato. La población de estratos socio-económicos bajos ignorantemente venden sus votos por alguna moneda, vivere, polo, calendario, comida o gaseosita que a largo plazo se constituirá en 4 a 5 años más de perdida para el desarrollo político en el Perú.
La participación del político es toda una inversión: Sueldos, regalías utilidades y honorarios de éxito todo se cobra en algún momento. Las campañas políticas efectivas sólo son dinamizadas gracias a inyecciones generosas de miles y millones de soles ¿De donde proviene el dinero? ¿Existe en un país de amplias necesidades y netamente mercantilista como el Perú alguien capaz de regalar dinero? o ¿Es que el dinero es invertido en el fascinante negocio de una actividad lucrativa; en este caso, la política?
El PAP como partido histórico, de gobierno y una de las organizaciones políticas con mayor cantidad de militancia y simpatizantes en el Perú, es hoy por hoy, el más cuestionado ¿Es que ahora ha dejado de ser escuela política para convertirse en parte del negocio? Las encuestas producidas por prestigiosas empresas de opinión y de mercado indican uno de los porcentajes de intención de voto más bajos de su historia y es que los casos de corrupción de sus más representativos han mediado para tal suceso perjudicando tremendamente a su institución y a sus promociones adultas y jóvenes. Una realidad lamentable, esquiva e indiferente a los ojos de los que gustan del dinero y dueños de las decisiones institucionales.
Lo preocupante es que estas nuevas formas de concebir a la política se transmiten de forma soterrada en la formación que reciben las promociones jóvenes que escasamente se involucran en los partidos políticos. Sencillamente, como "La verdad de las cosas" o "La cruda realidad", es que de ahí se entienda las prácticas corruptas en el sector publico, el cinismo y el engaño al momento de persuadir el voto y finalmente el amor ya no por la patria sino por el dinero legal o mal habido. Políticos jóvenes que se inician por el buen camino quedan finalmente seducidos y cautivos por las malas prácticas todo por el lucro y el enriquecimiento personal. La mancha de una denuncia solo es mero trámite formal ante el poder político y la inmunidad.
Definitivamente, la frescura, el arrebato, la vehemencia, la improvisación y la mediocridad ventilada en cada uno de los actos públicos donde han participado los dirigentes actuales del partido fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre hace concluir de que se trata de una institución diezmada, con falta de liderazgos emergentes y una notoria incapacidad organizativa. Conviene preguntar 2 cosas: ¿Acaso de forma inerte y sin reacción se trata de un viejo partido proclive a la extinción? o ¿Es que de forma motivada y estratégica como parte del negocio es vital que el PAP cambie de etiqueta, muera y resucite para el proyecto de negocios del año 2016?
Finalmente, la crudeza como se plantea descriptivamente este enfoque de la actividad política, no pretende asentar generalizaciones ni mucho menos vapulear o herir aun más a una institución con una riqueza histórica envidiable, el objetivo final en función a muchos lemas oídos y leídos, es que por estar "Siempre con el pueblo" y tener "Amor por la familia peruana" dentro de un "País imparable" se transparente "Sin medias tintas" las malas practicas de la política y se concientize "Uniéndose a la carrera 2011" sobre lo que hay que mejorar y desterrar(Política/Dinero)", por un Perú mejor, "Por ti político, y por todos".
* Politólogo egresado de la Universidad Federico Villarreal. Diplomado en Marketing Político. Ensayista e Investigador.
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